A lo largo de la crianza, solemos encontrarnos con comentarios como “no lo cargues tanto” “no permitas que haga eso” “deja que llore” o el otro extremo “debes cargarlo” “deja que haga lo que quiera” “no lo dejes llorar ni por un momento”. Debido a toda esta lluvia de información, muchas veces no sabemos cuál es la mejor forma para llevar la crianza de forma acertada. Por eso hoy queremos compartirte algunas estrategias que te permitan acercarte a una crianza positiva.
1: respeto mutuo: Durante el proceso de crianza se establece una relación afectiva. En ella no solo debe existir el respeto por el adulto o por el niño. Es decir, que debe darse de manera horizontal, teniendo en cuenta que las situaciones que vivan les permitan a las partes sentirse cómodos y respetados.
2: enfocarse en soluciones. Los premios y los castigos son una estrategia que funciona a corto plazo y que no es respetuoso con el desarrollo de los niños. Si nos ponemos a mirar, como adultos no dejamos de cometer errores y no nos gusta ser señalados por esto, lo mismo sucede con los niños. La crianza positiva nos invita a enfocarnos en soluciones. Mirar los errores como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Permitiéndoles a los más pequeños encontrar la solución y reparación de lo sucedido. Te recomendamos ver las R de la recuperación.
3: equilibrio entre amabilidad y firmeza. Llevar una crianza positiva, no quiere decir que se le debe permitir a los niños y a las niñas hacer solo lo que ellos quieran. No es lo mismo obligarlos a hacer la tarea, que llegar a un acuerdo para la hora de la realización de la misma. Si llegado el momento de hacer la tarea se niega a hacerla, el adulto deberá recordarle el acuerdo al que se llego con preguntas como: ¿recuerdas cual es nuestro acuerdo? ¿Qué debes hacer antes de ver tele?
4: toma de decisiones y asumir consecuencias: toda acción tiene consecuencias naturales, los niños tienen toda la capacidad para ir comprendiendo esto desde muy pequeños. Por esta razón, como adulto se puede soltar un poco el control y no caer en la “cantaleta”. Si los pequeños no quieren dar cumplimiento a los acuerdos, son ellos los que deberán asumir los resultados. Siguiendo con el ejemplo de arriba, si después de recordar el acuerdo para realizar la tarea tu hijo aún se niega a hacerla, como adulto puedes decir lo siguiente: “entiendo que no quieras hacerla pero no olvides que es tu responsabilidad” y dejar que sea el niño quien tome la decisión de realizar o no la actividad. En caso de que decida no hacerla es él quien debe asumir una mala calificación y quien debe preparar tiempo para las actividades de nivelación.
5: educación para la vida, la crianza positiva da la oportunidad a los niños y niñas de adquirir aprendizaje para toda la vida. Les Permite estimular el enfoque en soluciones, la toma de decisiones, el análisis de las consecuencias, el respeto por si mismo y por los demás, entre otras características que le permitirá aumentar su autoestima y su autoconcepto en general.
Recuerda que en la mayoría de las situaciones los extremos no traen buenos resultados. Es por esta razón que en la crianza positiva se busca de manera permanente el equilibrio,
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Gracias por este artículo gratuito de disciplina positiva, me servirá mucho y más en este tiempo de pandemia