El castigo.

Ten cuidado con lo que «funciona» no siempre es tan bueno. Un gran ejemplo de ello es el castigo y te vamos a dar las razones.

Recuerdas que pensabas cuando tus padres te castigaban? Seguramente te llenabas de pensamientos como: soy una mala persona, no valgo nada, no soy bueno para nada, mis padres no me quieren

Recuerdas que hacías cuando te castigaban? Probablemente no repetías la «mala conducta» porque te intimidaban más no por haber aprendido del error. Tal vez te enfocabas en dar la revancha y derrotar a tus padres. Quizás tomabas una actitud pasiva y sentías necesidad de aprobación.

Recuerdas que sentías al ser castigado? Venganza, vergüenza, injusticia….?

Cualquiera que fuese tu caso, no quisieras repetir la historia con tus hijos… o si?

Cuatro R del castigo

Los padres que usan el castigo como método para corregir la mala conducta, obtienen resultados inmediato que aparentemente son buenos. Sin embargo, no tienen en cuenta lo que realmente generan en sus hijos:

  1. Resentimiento: lo que causa desconfianza y sentimientos de injusticia.
  2. Revancha: ocasionando deseos de venganza y de querer «derrotar» a sus padres.
  3. Rebeldía: lo que lleva al niño a querer hacer siempre lo contrario.
  4. Retraimiento: causando cobardía y baja autoestima.

Cabe resaltar que los niños no son conscientes de lo que deciden hacer cuando están castigados.

El castigo a largo plazo trae malas consecuencias, como la violencia, cobardía, baja autoestima y habilidades negativas. Contrario a la disciplina positiva que otorga habilidades sociales y de vida para desarrollar un buen carácter.

Alternativa

Te estarás preguntando «si no es castigando entonces como lo hago?» hay varias herramientas en disciplina positiva que te pueden ayudar como el tiempo fuera positivo y las consecuencias lógicas.

Con estas ultimas hay que tener mucho cuidado porque fácilmente las podemos confundir con un castigo.

Sabemos que las consecuencias son el resultado de nuestras acciones. Las consecuencias lógicas hacen referencia a aquellas donde interviene otra persona. Por ejemplo:

Adrián toma sus cuentos y empieza a romper las hojas, su madre le dice «recuerda que si no cuidas los libros tendrán que ir de vuelta a la biblioteca»

Las consecuencias lógicas deben cumplir con las siguientes cuatro R

  1. Relación: debe existir relación entre la conducta y la consecuencia. Nada tiene que ver el no ir al parque porque no quisieron almorzar.
  2. Respeto: tanto para el niño como para el adulto.
  3. Racionalidad: debe ser justa tanto para el niño como para el adulto.
  4. Revelación anticipada: decir al niño a lo que se enfrentara si decide seguir con la mala conducta.

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