En muchas ocasiones se presentan dificultades para que los pequeños quieran conciliar el sueño oportunamente, por ejemplo luego de las vacaciones. La diversión que estas traen, dejan una alteración para el momento de dormir y descansar lo necesario para poder cumplir con los deberes cotidianos.
Para hacer frente a este tipo de situaciones, podemos valernos de algunas estrategias que encontraras a continuación y con las que puedes hacer de la hora de dormir, el mejor momento del día
Las rutinas, grandes aliadas a la hora de dormir
Como adultos sabemos que cuando tenemos claro lo que debemos hacer, su ejecución es más rápida y fácil.
Es por esa razón qué si te dedicas con tu hijo a elaborar la tabla de rutinas para la hora de dormir, esta guiará lo que se debe hacer en las siguientes noches.
Descubre cómo elaborarlas visitando aquí.
Tu compañía, la mejor inspiración.
1: La responsabilidad es de todos. Reconoce que tienes responsabilidad en los hábitos de sueño que han adquirido tus hijos. Por eso explícale que a partir de la elaboración de la tabla de rutinas algunas cosas van a cambiar.
2: Tu presencia fortalece. Ten en cuenta que si te dispones a participar de la hora de dormir, es más fácil que los niños adquieran la rutina y se fortalece el vínculo afectivo.
3: No olvides ser firme y amable a la vez. Siempre ten presente cuales fueron los acuerdos a los que llegaron al momento de establecer la rutina. Cuando sea necesario guíalos con amabilidad y firmeza. No olvides hacer uso de las preguntas de curiosidad para que sea el mismo niño el que identifique que le hace falta.
4: El lenguaje del amor. El tono de voz que usamos, muchas veces nos lleva a conseguir resistencia a lo que el otro debe hacer. Evita dar órdenes en este momento, así los niños serán más colaboradores. Nuevamente recuerda hacer uso de las preguntas de curiosidad.
5: Las elecciones de tus hijos, tu mejor aliada. No a todos los niños les gusta conciliar el sueño de la misma manera. Es por eso que se les puede permitir escoger lo que quieren hacer antes de dormir. Un juego, una lectura, inventar una historia, compartir un masaje, entre otras. Todas estas acciones se deben hacer en la habitación y teniendo presente que es lo último que se hará antes de tener un dulce sueño.
¿Qué vamos a ganar?
Implementando las diferentes estrategias, podemos provocar en los pequeños:
1: Niños seguros e independientes. Los cuales logran sentir que son parte de un hogar amoroso, pero que no es necesario que se le esté dando atención todo el tiempo.
2: Los lleva a reconocer la importancia de tener su propio espacio y a comprender que los adultos necesitan descansar tranquila y cómodamente.
3: Por medio de la amabilidad y firmeza, permitimos que los niños sean capaces de reconocer que cuentan con sus padres, pero ellos no están dispuestos a negociar los acuerdos establecidos.
4: Tus hijos aprenderán a escuchar su cuerpo y podrán darles respuesta a sus necesidades fisiológicas.
5: Cuando los niños quedan solos en las habitaciones, después de que usted acompaño la rutina, podrá tener tiempo para usted solo o en pareja.
Para tener en cuenta.
Siempre ten presente, uno de los principios fundamentales de la disciplina positiva, EDUCAR PARA LA VIDA. Para que la hora de dormir sea interiorizada y se convierta en un hábito de vida, los primeros días necesitará acompañamiento, apoyo, amabilidad y firmeza por parte del adulto.
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