En ocasiones como adultos no sabemos cual es la manera más respetuosa de guiar a los niños frente a la expresión de sus emociones. Nuestra falta de herramientas educativas acertadas, causa que caigamos en acciones que lastiman o no causan el efecto que queremos. Hoy te daremos los pasos para hacer uso de una de las estrategias más conocida en la crianza, el tiempo fuera positivo.
Pongámonos en los zapatos de los niños por un momento. Imaginemos que cometemos un error en nuestro trabajo y el jefe nos mande a quedarnos en nuestra oficina mientras los compañeros comparten una actividad social.
¿Cómo te sentirías? ¿Te darían ganas de corregir lo sucedido?
Elementos para tener en cuenta
Como toda estrategia propuesta por la disciplina positiva, esta debe ser concertada entre el niño y el adulto. Recuerden: acuerdos no imposiciones.
Quitémonos la idea que el tiempo fuera positivo funciona como castigo.
Valoremos el tiempo fuera positivo como una forma respetuosa para que el niño vuelva a su centro luego de alterarse o cometer alguna falta.
Explique al niño la finalidad de este espacio y como se debe utilizar.
Pasos para construir el espacio de tiempo fuera positivo.
1: entre el niño y el adulto escojan el lugar en donde se creará el espacio de tiempo fuera positivo. Tengan en cuenta que este no debe tener elementos distractores más que sus propios componentes.
2: escojan un nombre con el que el niño se sienta cómodo y le genere tranquilidad. Por ejemplo: mi rincón de la paz.
3: seleccionen los elementos que irán en el espacio. Estos deben inspirar calma, algunos pueden ser: libros de cuentos, cajas musicales, cojines, un instrumento musical, colores.
4: en el momento que el niño se encuentre alterado, pregúntale con mucha amabilidad ¿deseas ir a tu rincón de paz? ¿Quieres ir solo o acompañado?
¿Qué le permite el espacio de tiempo fuera positivo a los niños?
Les permite sentirse valorados, reconocer sus emociones y expresarlas de forma asertiva, fortalecer la toma de decisiones, entre otras.
Recuerden que las acciones que hagamos como adultos, deben ser duraderas en el tiempo, respetuosas y permitirle al niño la toma de decisiones. Es por esto que el tiempo fuera positivo es una herramienta recomendable y que puede sustituir a los típicos:
“ve y te encierras en tu alcoba y no sales hasta que te diga”
“siéntate en esta silla y no te levantas hasta que te des cuenta de lo que hiciste”
“no me hables que no quiero escucharte”
Ya que estas son situaciones que, aunque frenan las acciones de los niños no son respetuosas y no les permitimos decidir.
AQUÍ te dejamos algunas ideas.